martes, 4 de mayo de 2010

CONSEJOS GENERALES PARA LAS FAMILIAS

Es importante tener en cuenta que el papel de los padres en el desarrollo de la evolución del lenguaje es fundamental. A continuación indico algunas sugerencias necesarias para mejorar la calidad de las respuestas en el ámbito del lenguaje:
• Es muy importante que vuestro/a hijo/a tenga necesidad de hablar, que compruebe que no os conformáis con sus gestos y que necesitáis escucharle, por eso no debéis adelantaros a darle las cosas, dejar que las pida verbalmente, con la boca; no hacer caso cuando lo señale con el dedo, nos interesa que hable, aunque de momento no lo haga correctamente.
• Debéis aprovechar en el entorno familiar cualquier situación para hablar con él (en el baño, nombrar las partes del cuerpo; al vestirle, nombrar la ropa; al comer…) Vuestro/a hijo/a adquiere lenguaje viendo cosas, tocando cosas, hablando. Provocad situaciones de diálogo, suscitad preguntas, dadle ocasión para contar lo que ha hecho y lo que piensa… Es básico que conozca el nombre de prendas de vestir, de juguetes, de objetos de la casa, de alimentos y utensilios para comer, de partes del cuerpo, de animales, plantas…
• Hay que enseñárselo poco a poco, sin exigir que lo pronuncie bien pero siempre felicitándole por el mero hecho de haber imitado cualquier palabra: se hará con una sonrisa, o con un abrazo, un beso, demostrando mucha alegría, etc. pues eso le dará seguridad para seguir aprendiendo nuevas palabras.
• Es importante que os imite la pronunciación correcta de las palabras, pero sin corregir ni insistir reiteradamente pues lo único que conseguiréis de ese modo será confundirle y ponerle nervioso, aumentar su sensación de fracaso y probablemente disminuir sus iniciativas comunicativas (lo peor que puede ocurrir es que vuestro/a hijo/a se niegue a hablar).
• Cuando observéis que el niño pronuncia mal una palabra, debéis darle un buen modelo repitiéndosela de forma correcta pero sin exigirle su realización (por ejemplo si dice “me dele la tateta”, se le puede responder: “Ah, te duele la cabeza. ¿En qué sitio de la cabeza te duele?”) Vuestro/a hijo/a no debe entender que su mala articulación se da por buena y por eso cuando dice algo mal hay que recordarle cómo es la palabra correcta repitiéndosela bien, pero no se debe pretender que él/ella la articule bien a la primera puesto que eso lleva su tiempo.
• Hay que mostrarse paciente, dejarlo que concluya las palabras y oraciones que a él le cuesta decir y evitar cualquier comentario o expresión facial que muestre desaprobación de su forma de hablar.
• Nunca hay que reírle la gracia que puede hacer porque pronuncie mal alguna palabra, por muy simpática que resulte, y mucho menos utilizar nosotros esa palabra errónea , ya que así sólo estaremos acentuando la dificultad y retrasando la extinción y sustitución de tales palabras por otras más evolucionadas y correctas. Es conveniente que se le hable de forma adecuada, utilizando frases sencillas pero correctas y sin emplear un lenguaje infantilizado de niños más pequeños porque así no se enriquece su aprendizaje.
• Cuando se le pidan cosas hay que nombrárselas con la palabra exacta, huyendo de palabras como “eso”, “la cosa esa”, “el trasto”…
• Leerle cuentos es importante para su comprensión verbal, para incrementar su vocabulario y para aficionarle a la lectura. Es recomendable contarle o leerle todos los días un cuento, repitiéndolos de vez en cuando para favorecer su memoria y la anticipación de los sucesos de los mismos.
• Realizar ejercicios con la musculatura de la boca y la cara de forma lúdica, es decir, mientras jugáis con vuestro/a hijo/a, le ayudará a conseguir las condiciones óptimas para una adecuada pronunciación: soplar papelitos, plumas, etc.; tirar besos; hacer gárgaras; hacer pompas de jabón; apagar cerillas; inflar las mejillas y hacer muecas; beber con una pajita; hacer burbujas en un vaso con agua; masticar, evitando tanto la ingesta abusiva de purés como el uso de biberón (debe masticar su filete, el pan, la fruta…)
• Es importante enseñarle a sonarse bien y acostumbrarle a hacerlo cuantas veces lo necesite. Y si respira por la boca o ronca, debe ir al otorrino para descartar vegetaciones.
• Hay que evitar hábitos de succión: chupete, biberón, chupar el dedo, el lápiz…
• Si tiene caries o mala colocación de los dientes, debe ir al dentista.
• Cuando tenga otitis hay que tratársela hasta el final y si son frecuentes hay que hacerle un estudio de audición.

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